Una actividad común que los papás realizamos con los hijos es dibujar juntos. Ya que es una actividad creativa, divertida y relajante, con esto ayudando a los niños en su desarrollo de habilidades y en la expresión artística. Pero hay algo que es importante de recordar y es que el dibujo es una actividad que debe ser dirigida por el niño y no por el adulto.
Muchas veces, los padres tienen la tendencia de dibujar primero y luego pedirle al niño que dibuje sobre su dibujo. Todo parece una buena idea en principio, ya que el niño puede sentirse más seguro al tener una guía visual. Pero, esta práctica puede tener consecuencias negativas en el desarrollo artístico del niño.
Primero, dibujar sobre el dibujo de un adulto puede limitar la creatividad del niño. Si el padre dibuja un árbol con ramas y hojas perfectamente colocadas, el niño puede sentir la presión de tener que seguir ese modelo y no experimentar con sus propias ideas y técnicas. Con ello podemos impedir que el niño desarrolle su propio estilo artístico y su capacidad de crear

Además, dibujar primero y luego pedirle al niño que dibuje sobre el dibujo de los padres también puede enviar el mensaje equivocado sobre la jerarquía de autoridad en la relación padre-hijo. Si el niño siempre sigue los pasos del adulto, puede sentir que sus propias ideas y opiniones no son valoradas o consideradas importantes. Esto puede tener un impacto negativo en la confianza y la autoestima del niño.
En lugar de dibujar primero, los padres pueden proporcionar al niño un papel en blanco y alentar al niño a dibujar lo que quiera. Si el niño necesita inspiración o ayuda, los padres pueden hacer preguntas abiertas como «¿Qué te gustaría dibujar hoy?» o «¿Qué colores te gustaría usar?» y permitir que el niño tome la iniciativa en la creación de su propia obra de arte.
Los padres también pueden participar en el proceso de dibujo, pero de una manera más colaborativa. En lugar de dibujar primero, los padres pueden trabajar junto con el niño en la creación de un dibujo compartido, donde ambos contribuyen con ideas y técnicas. Esto puede ayudar a fomentar la creatividad y el trabajo en equipo entre los padres y los niños.
En resumen, es importante que los padres permitan que los niños lideren la actividad de dibujo y les brinden el espacio y la libertad para desarrollar su propia creatividad y estilo artístico. Al hacerlo, los niños pueden sentirse más seguros en su capacidad para crear y aprender a confiar en sus propias ideas y habilidades.

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